
En ocasiones, ya sea al llegar a una vivienda nueva o en nuestra vivienda habitual, podemos sufrir cortes de suministro tanto de electricidad como de gas natural. Si has llegado a una casa nueva y no hay suministro pero sí un contrato activo, no podremos dar de alta el gas natural o la electricidad, sino que estaremos sufriendo un corte de suministro y deberemos saber por qué.
Veamos qué tipos de corte de suministro existen y qué debemos hacer en casa caso.
Corte de suministro
Un corte de suministro consiste en la suspensión del suministro de energía por diferentes motivos.
Corte programado
Este tipo de corte se suele realizar para mejorar y mantener los distintos elementos que forman la red de transporte y suministro.
Dichas actividades se planifican con antelación y su objetivo es mejorar la calidad de los servicios, así como garantizar la seguridad de las instalaciones.
Para que un corte se considere programado la distribuidora deberá avisar con al menos 24 horas de antelación de la hora y el día, así como de la zona que se verá afectada por el corte.
Al órgano competente se le deberá avisar con 72 horas de antelación.
Cortes de suministro por avería
Una avería en la red de suministro, ya sea de electricidad como de gas natural, puede provocar un corte no previsto en uno o varios puntos de suministro.
Este tipo de cortes en electricidad se pueden dar por:
- Sobrecarga del sistema de electricidad
- Factores meteorológicos
- Incendios
- Fauna y vegetación
- Picos puntuales de alta demanda de electricidad
- Deficiencias en los sistemas de distribución
- Rotura o daños de algún elemento en la cadena
En caso del gas natural, se pueden producir por diferentes averías:
- Circuito de la calefacción
- Transformador
- Regulador de presión
- Termostato
- Sistema de suministro
Cortes de suministro por impago
Este es uno de los “peores” cortes de suministro, puesto que conlleva un impago por parte del usuario. Cuando llegamos a una vivienda nueva y nos encontramos esto, podemos estar en un buen lío.
Las comercializadoras dan varios avisos para poder pagar las deudas, no se realiza un corte por una sola factura.
El plazo que se tiene para pagar una factura es de veinte días naturales desde que ésta fue emitida. Si, una vez pasado ese tiempo, no se ha pagado la factura, se puede iniciar el proceso de corte de suministro.
Veamos cómo funciona el proceso:
- El primer aviso se envía a lo largo de los dos meses siguientes tras haber sido rechazado el primer pago de la factura, donde se da un nuevo plazo para el pago.
- El segundo aviso se hace mediante un sistema que permita reconocer que el usuario ha sido notificado (como un burofax o una carta certificada).
- En caso de que, transcurrido el tiempo que indique esta notificación, siga constando como rechazada u omitida, la comercializadora puede iniciar el proceso del corte de suministro.
En este sentido, es importante verificar que el inmueble que compramos o alquilamos está libre de cargas y no hay facturas pendientes ni ninguna deuda asociada al suministro.