Ante la insuficiencia en la previsión de las pensiones, el patrimonio inmobiliario se presenta como la solución para compensar el panorama económico marcado por la falta de liquidez en los españoles, de los cuales el 71% tienen su riqueza en su vivienda. Pero no es oro todo lo que reluce, y los productos basados en el patrimonio inmobiliario como la renta vitalicia o la hipoteca inversa necesitan una regulación que asegure su transparencia. Analizamos todo esto y más a continuación,
Cuando el único patrimonio es la vivienda
Cuando la crisis económica estalló allá por el 2008, pocos se podían imaginar las repercusiones que esta tendría en los planes de presente y futuro, afectando a las decisiones pasadas.
En este sentido, los que ahora son jubilados poco podían imaginarse en su época que, tras toda una vida trabajando, su pensión sería insuficiente y tendrían un panorama por delante marcado por la falta de liquidez.
Una liquidez que se encuentra en sus viviendas, el único patrimonio para muchos de los babyboomers de nuestro país.
En una época en la que se insistía en la necesidad de tener una vivienda en propiedad, muchas personas optaron por invertir sus ahorros en la compra de una vivienda.
Así, esta concepción tiene un impacto en las estadísticas actuales, y es que el 71% de su riqueza se encuentra en su vivienda, lo que no les deja margen de liquidez para complementar su pensión, en ocasiones insuficiente.
Estos datos se desprenden del último estudio Alternativas a la insuficiencia de las pensiones, presentado el pasado 5 de febrero por el Instituto Santalucía y elaborado en colaboración con investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad Jaume I.
Aunque las conclusiones, unidas al panorama de las pensiones, puedan resultar desalentadores, es cierto que gracias al auge de los productos de ahorro inmobiliario en la jubilación, los pensionistas pueden obtener unos ingresos periódicos y vitalicios.
Desde la renta vitalicia inmobiliaria hasta la hipoteca inversa, son solo algunos de los productos financieros que pueden solventar la situación. Una vez más, la solución puede encontrarse en el sector inmobiliario.
Aunque todo depende de la transparencia ofrecida en estos productos, algo en lo que España se encuentra a años luz de otros países europeos, donde estos productos son una solución que se encuentra regulada por los gobiernos.
El complemento a la pensión pasa por la rentabilización del patrimonio inmobiliario
El 71% de los españoles tienen su riqueza en la propiedad y tan solo el 15% la tiene invertida en activos financieros. Así, podemos afirmar que los españoles son ricos en vivienda y no en ahorros.
Un hecho que se desprende el estudio del Instituto SantaLucía y en el que ya habían reparado muchos inversores de nuestro país, por lo que no ha dejado de aumentar la cifra de intermediarios que ofrecen productos que, a cambio de la venta de la nuda propiedad o la hipoteca inversa, posibilitan la obtención de una renta mensual de por vida a los jubilados.
La insuficiencia en las futuras prestaciones de jubilación impulsa la creación de soluciones basadas en el capital inmobiliario
Renta vitalicia e hipoteca inversa
La renta vitalicia, es un seguro de ahorro inmobiliario que permite vender la nuda propiedad a cambio de disfrutar del usufructo, es decir, se mantiene el derecho a permanecer en la vivienda hasta el fallecimiento, todo a cambio de una renta mensual de por vida.
Por otro lado, la hipoteca inversa consiste en un endeudamiento por recibir de manera mensual una cuantía, la cual se paga tras el fallecimiento con la vivienda. Al tratarse de una hipoteca su funcionamiento es complejo al tratarse un producto financiero y depende de ciertos tipos interés y mecanismos complejos de comprender para la gran mayoría de la población. Por lo que, según la normativa y las manos que lo manipulen, se pueden convertir en un cóctel molotov financiero.
En definitiva, ambas opciones, a priori, conforman una solución eficiente y realista basada en el patrimonio inmobiliario. Pero aún queda mucho por hacer a nivel regulador para garantizar la seguridad en estos productos. Algo en lo que hace hincapié en estudio: “Reformas legislativas consensuadas y estables, incentivos fiscales y un marco jurídico transparente y con reglas claras son condiciones necesarias para el potencial desarrollo de este mercado”.
Así, con la colaboración entre consumidores, entidades financieras, aseguradoras e instituciones públicas es posible solventar el problema de las pensiones públicas a través de las posibilidades que ofrece el sector inmobiliario.
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